Una novela misteriosa y enigmática como la estrella que le da nombre.
En una noche de agosto en Noruega, un resplandor enciende el cielo de golpe: es una enorme estrella nueva que se eleva vertiginosa, sin que nadie pueda explicarla. Magnetizados, inquietos, la observan unos personajes en medio de sus propias encrucijadas. Está Arne, profesor de literatura, que trata de lidiar con las dificultades del matrimonio con su mujer Tove, que sufre trastorno bipolar. Y está también Kathrine, pastor de la Iglesia que se sorprende cuando, al volver de un seminario, decide pasar la noche en un hotel en lugar de en su propia casa. Están Emil, Iselin: dos jóvenes inseguros que se refugian en su talento para la música. Jostein, periodista de sucesos relegado a las páginas de cultura, hallará su oportunidad de recuperar su puesto a lo largo de una noche imprevisible y errática que su esposa, Turid, pasará en el hospital mental donde trabaja. Como también trabaja en un hospital Solveig, que con uno de sus pacientes vivirá una situación incomprensible y perturbadora. No será la única de esta novela, repleta de señales amenazantes: cangrejos que invaden la carretera; pájaros ignotos que se arremolinan; una plaga de mariquitas; peligrosos vislumbres en la noche, y un crimen macabro, quién sabe si todo bajo el influjo de la estrella...
Con su esperadísimo regreso a la narrativa tras Mi lucha, Karl Ove Knausgård despeja cualquier duda sobre su ya indiscutible polivalencia y presenta a una luz muy distinta un conjunto de preocupaciones inconfundiblemente propio. Y es que aquí, revestido de un atractivo nuevo, está una vez más el Knausgård de siempre, refractado en el caleidoscopio de sus personajes: la indagación angustiada en los claroscuros de la pareja; la mirada puesta sobre la familia como institución determinante; el interés por la adolescencia como etapa de conformación de la personalidad. Pero también el riesgo, la audacia formal, la capacidad de abarcarlo todo: las derivaciones reflexivas, los insertos ensayísticos y, aquí, un uso de los códigos de la literatura de género que convierte esta obra en un híbrido de lo más singular, una pausada pieza de maximalismo cotidiano que resulta tan adictiva como la novela de terror sobrenatural en la que amaga permanentemente con convertirse.
Escrutando un puñado de vidas a ras de suelo para enfrentarse a las grandes preguntas sobre el cosmos, La estrella de mañana es una novela ambiciosísima, que brilla misteriosa y enigmática como la estrella que le da nombre.