Lady Fiona Carnarvon, la octava condesa, relata la extraordinaria historia del auténtico Downton Abbey, aún más fascinante que la ficción.
Lady Fiona Carnarvon se convirtió en señora de Highclere Castle -escenario de la exitosa serie Downton Abbey- hace ocho años. En este periodo ha llegado a sentir fascinación por la interesante historia de Highclere y por las extraordinarias personas que han residido allí a lo largo de los siglos.
Pero una persona en particular captó el interés de Fiona: lady Almina, la quinta condesa de Carnarvon.
Almina fue la hija ilegítima del magnate de la banca Alfred de Rothschild. Fue su única hija y objeto de devoción por su parte. A los diecinueve años, con una inmensa dote, se casó con el quinto conde de Carnarvon. Al principio, la vida en Highclere transcurrió en una vertiginosa sucesión de suntuosos banquetes para quinientas personas e incluso algún que otro invitado real. Almina supervisó a ochenta empleados, muchos de los cuales procedían de familias que llevaban generaciones trabajando en Highclere. Pero el estallido de la Primera Guerra Mundial cambió para siempre la vida en Highclere, tanto arriba como abajo.
Los avatares de la historia hicieron que Almina y el personal de Highclere se vieran envueltos en uno de los periodos más turbulentos del pasado siglo. Almina tuvo que hacer acopio de todo su arrojo para garantizar la supervivencia de su familia, del personal y del castillo.
Esta es la extraordinaria historia de una época desaparecida. Sin embargo, Highclere permanece y en este libro lady Carnarvon narra la andadura de Almina y de su familia, el legado y la historia de una de las casas solariegas victorianas más exquisitas de Inglaterra.